COMPONIENDO 1



Por Lila Musik


Bueno… podemos desarrollar técnicas varias en esto, pero en principio partiremos de un asunto clave: la actitud. La actitud con la que encaro la composición. Cómo me veo y cómo veo lo que hago. Por ejemplo: si pienso que lo que compongo es feo, malísimo, si en comparación a X me siento un desastre, si se me ocurren letras pero ni me atrevo a escribirlas, probablemente las líricas y melodías que nos surgen para crear pasen sin pena ni gloria por nuestra cabeza.

La actitud que tomes marca cuán lejos podés llegar. Conozco gente que compone letras espectaculares pero que no se atreve ni a leerlas en voz alta. Asimismo sé de gente que comenzó haciendo letras básicas y trabajando en ello, luego fue evolucionando hasta encontrar su estilo, las maneras de expresarse, incluso hasta desarrollar el componer letra y mùsica.

Por lo general uno tiende a buscar “abogados” defensores. Y esto no es malo, es más, está bueno que compartas tus letras o melodías con gente que pueda ayudarte a crecer. Lo que no es recomendable, es apoyarte plenamente en lo que dicen los demás, depender de la opinión de los otros. Sí, esto tiene que ver con la famosa autoestima, y no se trata de creèrnosla, sino de dimensionarnos como realmente somos, ni más ni menos, y dimensionar lo que tenemos, que siempre será valioso y siempre será un punto de partida, no una página para cerrar.

De modo que aquí estamos, con ganas de componer. Qué hacemos primero?

Creo que lo mejor que podemos hacer antes que nada es ver sinceramente qué tenemos para dar, qué herramientas tenemos y qué herramientas adquirir. Por ejemplo, si querés componer en inglés pero sólo sabés “hello”, “how’re you?” y frases parecidas, definitivamente necesitás aprender inglés intensivamente! (además de sugerirte que comiences componiendo fraseos en español). Lo mismo si querés componer letra y además mùsica, para expresar lo que tenés en mente necesitás mínimo conocer un instrumento. Ganas hay, capacidad hay, pero faltan herramientas. Bien, es tiempo de buscarlas y tomarlas.

Y hay algo que es importantìsimo y para muchos de nosotros básico: tratar el asunto con Dios. Animarnos, o "arriesgarnos" a mostrarle lo que somos, lo que tenemos y adónde queremos llegar con lo que compongamos. No busques fans, no busques un clon con tus mismos sueños que te pueda entender. Lo mejor que podés hacer es ir a la fuente, o sea hablar sinceramente con Dios sobre tus ganas, tus intentos, tus sueños, y mostrarle “el expediente X” si es que lo hay, del miedo a que salgan mal las cosas, el miedo a fracasar ante los demás, el temor a la burla, lo mal que te sientas al compararte a otros.

Y luego de esto, sí, te animo a que comiences a escribir lo que pensás, o las melodías que pasan por tu cabeza, así comenzás a ejercitarte y a tomar ideas que luego seguirán creciendo más allá de lo que pensás. Cualquier cosa en que pueda ayudar, ya sabés… aquí estamos. Un abrazo.



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